El cardenal estadounidense de raíces latinoamericanas fue elegido como sucesor de Francisco y adoptó el nombre de León XIV. Es el primer pontífice nacido en Estados Unidos.
Roberto Francisco Prevost, cardenal estadounidense de 69 años, fue elegido hoy como el nuevo papa en el cónclave celebrado en la Capilla Sixtina, sucediendo a Francisco tras una jornada histórica de deliberaciones. Adoptó el nombre de León XIV y se convirtió en el primer pontífice nacido en Estados Unidos.
El anuncio oficial fue realizado por el cardenal protodiácono Dominique Mamberti desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, ante una multitud de fieles que colmó la plaza del Vaticano. Luego de la fumata blanca y el repique de campanas, Mamberti pronunció la tradicional fórmula en latín: “Habemus Papam”.
Prevost fue nombrado cardenal por el propio Francisco en 2023 y se desempeñaba hasta hoy como prefecto del Dicasterio para los Obispos en el Vaticano, uno de los cargos más influyentes en la estructura eclesiástica. Su elección representa una señal de continuidad con la línea reformista del pontificado anterior, aunque con una impronta pastoral enfocada especialmente en América.
Durante su primer saludo como pontífice, León XIV impartió la bendición urbi et orbi (a la ciudad y al mundo) y dirigió un mensaje centrado en la unidad, la paz y la justicia social. En los próximos días se celebrará la misa de inicio de pontificado, con la presencia de líderes políticos y religiosos de todo el mundo.
Una vida dedicada al servicio
Nacido en Chicago en 1955 y criado en una familia católica de raíces obreras, Prevost ingresó a la Orden de San Agustín en su juventud, movido por una fuerte vocación misionera. Estudió filosofía y teología en la Catholic Theological Union y luego obtuvo un doctorado en Derecho Canónico en Roma.
Fue ordenado sacerdote en 1982 y, lejos de instalarse en el confort del ámbito académico, eligió una vida misionera. Su camino lo llevó hasta el norte de Perú, en la diócesis de Chulucanas, donde se desempeñó como misionero en una región pobre y profundamente marcada por la desigualdad.
Allí desarrolló una pastoral cercana, centrada en la formación de comunidades y la defensa de los derechos humanos. Esa experiencia forjó su perfil: un religioso comprometido con la realidad social de América Latina, con una mirada pastoral atenta a los más vulnerables.
Influencia en Roma y perfil discreto
Desde 2023, Prevost ocupaba el estratégico rol de prefecto del Dicasterio para los Obispos, asesorando directamente al Papa en la designación de obispos en todo el mundo. Esta función, sumada a la confianza de Francisco, le dio un lugar clave en el entramado de poder del Vaticano.
Se lo describe como un hombre sobrio, de estilo pastoral más que político, con un perfil público discreto pero de gran influencia. Su español fluido, su sensibilidad latinoamericana y su cercanía con la visión de Francisco lo convirtieron en un candidato de consenso.
Controversias durante su misión en Perú
Durante su tiempo en Perú, sin embargo, Prevost fue señalado por presunto encubrimiento en algunos casos de abusos dentro de su diócesis. Aunque nunca se le formularon cargos formales, las denuncias mediáticas afectaron su imagen pública, especialmente entre quienes reclaman mayor transparencia en la Iglesia.
Este aspecto generó debates durante el cónclave, dado que la “tolerancia cero” frente a los abusos clericales se ha transformado en una línea roja dentro del Vaticano. A pesar de ello, su ascendencia entre los cardenales se mantuvo sólida: es un hombre de gobierno, formado en Roma, pero con los pies en la realidad pastoral de los pueblos más alejados del poder.
Con la elección de León XIV, la Iglesia católica abre una nueva etapa bajo la conducción de un pontífice que combina la experiencia curial con una profunda raíz misionera. La comunidad internacional espera ahora conocer las prioridades de este nuevo liderazgo en un mundo marcado por tensiones, desigualdad y desafíos espirituales.