Vestido con una túnica roja y con la mitra sobre su cabeza, el papa Francisco aparece en la imagen oficial difundida este martes por el Vaticano. En sus manos sostiene un rosario, símbolo de su devoción mariana y de la oración.
La fotografía, sobria y cargada de simbolismo, muestra al pontífice en reposo dentro de un ataúd abierto, dispuesto en la capilla privada de la Casa Santa Marta, donde vivía desde 2013. El Vaticano confirmó que Francisco falleció el lunes, a los 88 años, en su residencia.
La vestimenta del pontífice —la túnica roja litúrgica usada tradicionalmente en funerales papales—, la mitra y el rosario reflejan la humildad y espiritualidad que marcaron su pontificado.
La Oficina de Prensa de la Santa Sede informó que las exequias seguirán el protocolo establecido para el fallecimiento de un Papa, aunque adaptadas a los deseos expresos de Francisco, tal como quedaron registrados en su testamento.
Traslado a San Pedro y multitudinaria despedida
Durante la noche del lunes, su cuerpo fue trasladado a la capilla de Santa Marta, donde se realizó una vigilia íntima con sus colaboradores más cercanos. Este miércoles será llevado a la Basílica de San Pedro, donde los fieles podrán despedirse del pontífice en una capilla ardiente que se anticipa multitudinaria.
La seguridad en el Vaticano fue reforzada y se espera la presencia de líderes religiosos y jefes de Estado de todo el mundo. Como indica el protocolo, su apartamento fue sellado formalmente, dando inicio al período de Sede Vacante.
En la Plaza de San Pedro ya se han dispuesto espacios para que los peregrinos hagan fila durante la noche, en una despedida que recuerda a la de Juan Pablo II en 2005.
Una sepultura distinta: fuera del Vaticano y en humildad
Francisco será sepultado en la Basílica de Santa María la Mayor, en Roma, tal como lo pidió en su testamento. Será el primer papa en más de un siglo en ser enterrado fuera del Vaticano. Su tumba, ubicada en la Capilla Paulina, será simple: sin adornos ni epitafios, solo su nombre en latín: Franciscus.
Frente al icono de la Salus Populi Romani —al que solía acudir antes y después de cada viaje apostólico—, descansará el papa que eligió la cercanía y la sencillez como estilo de vida y de misión.
Con esta decisión, el papa argentino reafirma en la muerte aquello que predicó en vida: la humildad como camino de fe. La Iglesia lo despide con recogimiento, entre lágrimas, oraciones y gratitud.