Mientras Trump anuncia una tregua comercial para la mayoría de los países, China queda afuera y desata una nueva escalada. Los mercados reaccionan con fuertes contrastes.
Las bolsas de Estados Unidos volvieron a teñirse de rojo este jueves, con caídas que preocuparon a los inversores. Wall Street no logró sostener el rebote del miércoles, y la inestabilidad se reflejó también en el precio del petróleo, que bajó con fuerza. En contraste, el oro se consolidó como refugio ante la incertidumbre.
La raíz del problema sigue siendo la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Si bien el presidente Donald Trump anunció una pausa de 90 días en los aranceles para la mayoría de los países, China quedó excluida. Además, la Casa Blanca aclaró que el arancel total a los productos chinos alcanza el 145%, al sumar el 20% que ya penalizaba el tráfico de fentanilo.
La reacción de Beijing fue inmediata: nuevos aranceles del 84% a todas las importaciones estadounidenses, una respuesta directa que avivó las tensiones. El gobierno chino calificó las medidas de Washington como “una grave violación a los principios del comercio internacional” y prometió “luchar hasta el final”.
Mientras tanto, en Asia los mercados celebraron la tregua parcial: Taiwán subió un 9,3%, Japón un 7,5% y Corea del Sur un 5,1%. Vietnam, Indonesia y Japón también valoraron positivamente el freno a los aranceles, viéndolo como una oportunidad para reactivar los canales comerciales.