La creciente escalada de violencia en el conflicto entre Israel y el movimiento islamista Hamas ha dejado un saldo devastador en los primeros dos días de combate, con más de 1.000 personas muertas, 600 en Israel y más de 400 en Gaza. La situación se torna cada vez más tensa, con preocupaciones sobre una posible expansión de las hostilidades.
Desde el inicio de los enfrentamientos, Hamas ha lanzado una ofensiva por tierra, mar y aire, causando estragos en Israel. Hasta la fecha, más de 600 personas han perdido la vida en Israel, con otros 2.000 heridos, de los cuales 200 se encuentran en estado crítico. La población israelí se encuentra en estado de alerta, con fuerzas enemigas aún presentes en el sur del país.
El Primer Ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, declaró que el país está en guerra y que Hamas pagará un alto precio por su ataque. El gabinete de seguridad israelí aprobó oficialmente poner al país en estado de guerra y autorizar “actividades militares significativas”, lo que podría prever una incursión militar terrestre en Gaza en un futuro cercano.
Gaza bajo fuego
En el lado de Gaza, el Ministerio de Salud ha informado que los bombardeos israelíes han causado la muerte de 413 personas, incluyendo 78 niños y 41 mujeres, además de dejar 2.300 heridos. Hamas también ha tomado rehenes, incluyendo mujeres, niños y ancianos, un acto que en el pasado ha resultado en intercambios de prisioneros palestinos retenidos en Israel.
Según la Oficina de Prensa del Gobierno de Israel, más de 100 personas están actualmente en cautiverio. El contralmirante israelí Daniel Hagari informó que los combates aún continúan en el sur de Israel, y que la situación de los rehenes persiste, prometiendo “purificar la zona y atacar a los terroristas donde sea que estén”.
Reacciones internacionales
La comunidad internacional ha condenado los ataques de Hamas, incluyendo a Estados Unidos, la Unión Europea y países de todo el mundo. El Papa Francisco ha pedido el fin de las hostilidades.
Estados Unidos ha ordenado un apoyo adicional a Israel, mientras que China ha llamado al cese de las hostilidades y a la creación de un Estado palestino como solución de fondo. La mayoría de los países islámicos, incluyendo a los árabes, han expresado su apoyo a los palestinos y han exigido que Israel descolonice Cisjordania y Jerusalén este.
Ataques en Líbano y tensiones regionales
La escalada se ha extendido a la frontera norte de Israel, donde el grupo Hezbollah atacó posiciones israelíes en una zona del sur de Líbano ocupada por Israel. En respuesta, Israel lanzó bombardeos y advirtió a Hezbollah que no intervenga.
Hezbollah, con estrechos vínculos con Hamas e Irán, ha sido un enemigo persistente de Israel. A pesar del intercambio de disparos, el contralmirante israelí Hagari reportó que la situación en la frontera norte estaba en calma después de los enfrentamientos.
El llamado internacional a la paz
La Comisión de la Unión Africana ha llamado a un cese de combates entre fuerzas israelíes y Hamas, señalando que la ocupación israelí es la principal causa de la violencia. Mientras tanto, el presidente de Irán, Ebrahim Raisi, ha culpado a Israel por la escalada de violencia y ha instado a los países musulmanes a apoyar a Palestina en su búsqueda de poner fin a la ocupación israelí.
La escalada de violencia en Gaza coincide con las gestiones entre Israel y Arabia Saudita hacia una normalización de relaciones, un desarrollo que preocupa a Irán.
En medio de esta crisis humanitaria, miles de palestinos han abandonado la región fronteriza de Gaza en busca de refugio en escuelas de la ONU, mientras que en Israel, familias desesperadas buscan identificar a sus seres queridos desaparecidos.
La comunidad internacional observa con preocupación mientras la situación en Oriente Medio se deteriora aún más, y la esperanza de una pronta resolución parece cada vez más lejana.