Gastón Mercanzini, el individuo señalado por arrojar un botellazo al presidente Javier Milei durante su reciente asunción, fue detenido hoy por la mañana en una operación conjunta llevada a cabo por la Policía Federal y la Policía de la Ciudad. El arresto tuvo lugar en la puerta de los estudios de Crónica TV en San Telmo, siguiendo un llamado anónimo que alertó a las autoridades sobre su paradero.
La captura de Mercanzini se produjo después de que este fuera expulsado de los estudios de una reconocida radio en Palermo minutos antes. Fuentes del caso confirmaron a Infobae que el arresto se llevó a cabo en cumplimiento de la orden emitida por el juez Ariel Lijo, quien había instruido a la PFA para detener al agresor.
Lo sorprendente para los agentes en la escena fue la llamativa herida en la frente de Mercanzini, cosida con varios puntos de sutura, que no se observaba en los videos del incidente. Esta lesión, según las mismas fuentes, podría haber sido sufrida en las horas previas al arresto.
Se espera que Mercanzini sea trasladado a una celda a bordo de un patrullero de la Policía de la Ciudad, donde próximamente brindará su declaración indagatoria. Este individuo, con una extensa lista de ingresos en el sistema del Ministerio Público Fiscal porteño, ha enfrentado cargos previos por delitos como desobediencia a la autoridad y daño agravado.
En julio pasado, Mercanzini estuvo detenido en la Comisaría Comunal 7 de Parque Chacabuco, acusado de daño agravado. Según fuentes policiales y judiciales, atacó violentamente una camioneta del Gobierno porteño con un fierro, lo que resultó en su condena a utilizar una tobillera de geolocalización y la prohibición de abandonar el territorio porteño.
Con antecedentes de desobediencia a la autoridad, Mercanzini, quien aseguraba estar en situación de calle, frecuentaba cajeros automáticos de bancos durante las horas nocturnas. Su historial delictivo y la reciente agresión al presidente Milei revelan un patrón de comportamiento violento que ha llamado la atención de las autoridades y suscita interrogantes sobre la efectividad del sistema judicial en abordar casos como el suyo.