En Irlanda, Países Bajos, Dinamarca y Francia, entre otros países europeos, se ha registrado un alarmante aumento de los casos de neumonía infantil, coincidiendo con el repunte sin precedentes de la misma enfermedad respiratoria en China. La conexión entre ambos fenómenos ha sido identificada: la bacteria Mycoplasma pneumoniae.
Según el último informe del Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDC), seis países de la Unión Europea y del Espacio Económico Europeo han notificado incrementos recientes de infecciones por M. pneumoniae a nivel nacional o en hospitales específicos. Aunque se han observado aumentos en todos los grupos de edad, son los niños y adolescentes quienes predominantemente se ven afectados.
La bacteria Mycoplasma pneumoniae se transmite principalmente a través del contacto estrecho con personas infectadas, propagándose por partículas de secreción de la nariz y la garganta, especialmente durante la tos y los estornudos. El ECDC señala que, si bien las infecciones suelen cursar con síntomas leves y son autolimitadas, algunos pacientes desarrollan síntomas prolongados y graves en las vías respiratorias inferiores, requiriendo tratamiento antibiótico.
La sorprendente conexión entre los brotes en China y el aumento de casos en Europa se explica en parte por las medidas implementadas para contener la propagación del COVID-19. Las restricciones, confinamientos, distanciamiento social y el uso generalizado de mascarillas durante la pandemia han llevado a una disminución significativa de la exposición y transmisión de la bacteria en los últimos tres años.
No obstante, esta disminución de la inmunidad de la población, especialmente entre aquellos con poca o ninguna exposición previa a M. pneumoniae, ha creado un terreno propicio para el resurgimiento de la bacteria. Aunque actualmente no hay informes de cepas atípicas ni resistencia a los antibióticos macrólidos de primera línea, se ha observado un aumento considerable en la incidencia de casos en varios países europeos.
En Dinamarca y Francia, las infecciones han alcanzado niveles epidémicos, con un preocupante triple aumento de casos en Dinamarca desde octubre. En los Países Bajos, se ha registrado un aumento del 124%, mientras que en Irlanda, el número de casos notificados en niños y adolescentes ha aumentado significativamente en comparación con el año anterior.
El Grupo de Vigilancia de Mycoplasma pneumoniae advirtió en junio pasado sobre la posibilidad de un resurgimiento de las infecciones tras los confinamientos masivos. En China, el brote se ha atribuido al levantamiento de restricciones por COVID-19, llenando muchos hospitales con casos de neumonía.
Los expertos en salud subrayan la importancia de tomar medidas preventivas, como cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar, desechar los pañuelos usados adecuadamente y lavarse las manos con frecuencia. Aunque no existe una vacuna específica para M. pneumoniae, la adopción de estas prácticas puede contribuir significativamente a frenar la propagación de la bacteria y prevenir nuevos casos de neumonía infantil.