Desde el retorno de la democracia en 1983, los paros generales de la Confederación General del Trabajo (CGT) han sido una constante en la política argentina. Sin embargo, la gestión de Alberto Fernández y Cristina Kirchner sorprende al culminar su mandato sin enfrentar un solo paro general, a pesar de registrar cifras alarmantes de pobreza (40,1%) y una inflación interanual del 142,7%. Este inusual fenómeno contrasta con la historia reciente, donde los gobiernos no peronistas han sido más propensos a enfrentar medidas de fuerza sindical.
Historia de los Paros Generales:
Desde 1983, la CGT ha impulsado 42 paros generales, siendo 27 de ellos durante administraciones no peronistas. El análisis revela que, en años electorales, los gobiernos no peronistas han experimentado el doble de paros generales que sus contrapartes peronistas. El ranking histórico muestra que Raúl Alfonsín lidera con 13 paros, seguido por Carlos Menem y Fernando De la Rúa con 8 cada uno. Curiosamente, Mauricio Macri, presidente no peronista, enfrentó solo 5 paros en sus cuatro años de gobierno, un nivel menor que Cristina Kirchner.
Predicciones para el Gobierno de Milei:
Expertos anticipan que la llegada de un gobierno libertario, encabezado por Milei, podría cambiar la dinámica sindical. Marcelo Bermolén, director del Observatorio de Calidad Institucional de la Universidad Austral, señala que el sindicalismo no ha convocado a un paro desde mayo de 2019, pero advierte que la presidencia de Milei, caracterizada por políticas de shock, podría despertar una reacción sindical.
Análisis de los Gobiernos y sus Paros:
El informe de la Universidad Austral destaca que los gobiernos radicales, como Alfonsín y De la Rúa, han enfrentado una mayor intensidad de paros generales en comparación con los peronistas. Mauricio Macri es la excepción entre los presidentes no peronistas, enfrentando solo 5 paros en cuatro años.
Eduardo Duhalde, en su breve mandato, experimentó una alta frecuencia de paros debido a la crisis del 2001-2002. En contraste, los gobiernos kirchneristas registraron menos paros generales, coincidiendo con periodos de crecimiento económico.
Desafíos Actuales del Sindicalismo:
El análisis sugiere que la CGT, debilitada por la caída del trabajo formal y el aumento de empleo informal, ha perdido influencia. La incapacidad de generar cambios significativos a través de paros generales refleja la pérdida de poder del sindicalismo, permitiendo a los presidentes desoír las protestas sin alterar la gobernabilidad.
A medida que Argentina se adentra en una nueva era con el gobierno libertario de Milei, la relación entre el sindicalismo y el poder podría experimentar cambios significativos. La ausencia de paros generales durante el mandato de Alberto Fernández desafía la tradición, pero las condiciones económicas actuales plantean interrogantes sobre el futuro del sindicalismo en un contexto de creciente desafío político y económico.