Investigadores descubrieron que el Pestalotiopsis microspora, una especie hallada en la selva amazónica ecuatoriana, puede degradar el poliuretano, uno de los plásticos más resistentes. El hallazgo abre una posible vía biotecnológica para combatir la contaminación global por residuos plásticos.
Cada año se producen más de 400 millones de toneladas de plástico, gran parte de las cuales termina contaminando ríos, océanos y suelos. Frente a este panorama, el pequeño hongo ofrece una esperanza: puede alimentarse de plástico y sobrevivir incluso sin oxígeno, descomponiéndolo en compuestos simples gracias a enzimas específicas.
El descubrimiento, realizado por investigadores de la Universidad de Yale en 2011, plantea un nuevo horizonte para el desarrollo de tecnologías de reciclaje biológico, capaces de aprovechar microorganismos para reducir el impacto ambiental.
Aunque su aplicación industrial aún está en fase experimental, el Pestalotiopsis microspora se perfila como una posible herramienta natural para enfrentar la crisis del plástico y avanzar hacia un futuro más limpio y sostenible.