Cómo quedará conformado el Senado desde el 10 de diciembre: así se reparten las bancas tras las elecciones

El mapa político del Senado de la Nación tendrá una nueva configuración a partir del próximo 10 de diciembre, luego de los resultados de las elecciones del pasado domingo. Aunque en provincias como Río Negro y Chaco el recuento fue reñido hasta último momento, ya se perfila un escenario definido en el que La Libertad Avanza incrementará notablemente su representación, mientras que Fuerza Patria (actual kirchnerismo) sostendrá la primera minoría, aunque con una merma respecto a su composición anterior.

La Libertad Avanza crece, pero sin número propio

El sector que responde al oficialismo nacional contará con 20 senadores, sumando nuevas figuras en diversas provincias. No obstante, ese número seguirá siendo insuficiente para alcanzar el quórum propio que exige la Cámara alta (37 legisladores). Algunos dirigentes se mantienen cercanos, aunque no integran formalmente el bloque.

Los 20 senadores de La Libertad Avanza:

  • Ezequiel Atauche (Jujuy)
  • Bartolomé Abdala (San Luis)
  • Ivana Arrascaeta (San Luis)
  • Vilma Bedia (Jujuy)
  • Bruno Olivera Lucero (San Juan)
  • Juan Carlos Pagotto (La Rioja)
  • Francisco Paoltroni (Formosa) —espacio “Libertad, Trabajo y Progreso”—
  • Patricia Bullrich (Ciudad de Buenos Aires)
  • Agustín Monteverde (Ciudad de Buenos Aires)
  • Joaquín Benegas Lynch (Entre Ríos)
  • Romina Almeida (Entre Ríos)
  • Juan Cruz Godoy (Chaco)
  • Silvana Schneider (Chaco)
  • María Emilia Orozco (Salta)
  • Gonzalo Guzmán Coraita (Salta)
  • Lorena Villaverde (Río Negro)
  • Nadia Márquez (Neuquén)
  • Pablo Cervi (Neuquén)
  • Agustín Coto (Tierra del Fuego)
  • Belén Monte de Oca (Tierra del Fuego)

Fuerza Patria mantiene el liderazgo opositor

El kirchnerismo pasará de 34 a 28 bancas, pero seguirá siendo el bloque más numeroso, clave para toda negociación parlamentaria en un Senado sin mayoría clara.

Los senadores de Fuerza Patria:

Adán Bahl (Entre Ríos), Eduardo “Wado” de Pedro y Juliana Di Tullio (Buenos Aires), Martín Soria y Ana Marks (Río Negro), Cándida López (Tierra del Fuego), Anabel Fernández Sagasti y Mariana Juri* (Mendoza —en revisión según bloques—), María Celeste Giménez Navarro (San Juan), Alicia Kirchner y José María Carambia* (Santa Cruz —disidencias), Carlos Linares (Chubut), Daniel Bensusán (La Pampa), Lucía Corpacci (Catamarca), María Teresa González y José Mayans (Formosa), Gerardo Zamora, Elia Moreno y José Emilio Neder (Santiago del Estero), Marcelo Lewandowski (Santa Fe), María Florencia López y Fernando Rejal (La Rioja), Juan Manzur y Sandra Mendoza (Tucumán), Jorge Capitanich (Chaco), Mariano Recalde (CABA), Sergio Uñac (San Juan), Guillermo Andrada (Catamarca), Fernando Salino (San Luis) y Carolina Moisés (Jujuy).

*La integración definitiva puede tener modificaciones por reacomodamientos internos.

Otros espacios políticos

  • UCR (9): Maximiliano Abad, Fama, Galaretto, Juri, Kroneberger, Losada, Suárez, Valenzuela y Vischi.
  • PRO (6): Martín Goerling, Victoria Huala, Carmen Álvarez Rivero, Andrea Cristina, Luis Juez y Beatriz Ávila* (participa aunque no está formalmente dentro).
  • Provincias Unidas (3): Alejandra Vigo, Edith Terenzi y Carlos Espínola.
  • Provinciales (6): Carlos Arce, Sonia Rojas Decut, José María Carambia, Natalia Gadano, Flavia Royón, Julieta Corroza.

En total, la Cámara quedará conformada así:
Fuerza Patria: 28
La Libertad Avanza: 20
UCR: 9
PRO: 6
Provinciales: 6
Provincias Unidas: 3
Total: 72 bancas

Un Senado fragmentado: la clave será negociar

Con este reparto, el Gobierno nacional deberá tejer alianzas permanentes si busca avanzar con sus proyectos. Llegar al tercio que permite bloquear o habilitar normas aún está lejos, y las comisiones estratégicas serán otro frente de disputa.

Además, persiste el interrogante en torno al rol político de Victoria Villarruel, presidenta del Senado, cuya gestión ya generó tensiones dentro del oficialismo y con la oposición.

Los próximos meses prometen una Cámara alta más dinámica pero también más conflictiva, donde los acuerdos puntuales serán la única vía para aprobar leyes.