En una sesión que estuvo marcada por la fuerte tensión política entre los bloques oficialista y de Juntos por el Cambio, la Cámara de Diputados convalidó las modificaciones introducidas por el Senado al proyecto de Ley de Alquileres. Sin embargo, a pesar de este primer paso, no está garantizado que el texto se convierta en ley, ya que ambos bloques carecen de la mayoría necesaria para imponer su versión en el recinto.
La semana pasada, el Senado incorporó cambios significativos al proyecto de Ley de Alquileres, entre ellos, la propuesta de mantener la vigencia de los contratos en tres años, ajustes semestrales y la aplicación del “Índice Casa Propia” para la actualización de los valores de alquiler. Este índice considera el menor índice entre la variación salarial y la inflación del último año y reemplazaría al actual Índice de Contratos de Locación (ICL) del Banco Central. Además, establece que los contratos deben celebrarse en moneda nacional.
Diputados se encuentra en una encrucijada con dos alternativas: respaldar el texto original aprobado en agosto pasado o aceptar los cambios propuestos por el Senado. Juntos por el Cambio propone volver al plazo de dos años para la vigencia de los contratos de alquiler con actualizaciones cada cuatro meses y libertad para elegir el índice entre las partes, pudiendo optar por el Índice de Precios al Consumidor (IPC), el Índice de Precios Mayoristas (IPM) y el Índice de Salarios (IS), elaborados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), o bien una combinación de todos ellos.
La tensión política se hizo evidente durante toda la sesión en la Cámara baja, con fuertes cruces entre los legisladores. La diputada Karina Banfi (JxC) y Paula Penacca (Frente de Todos) se acusaron mutuamente de “chorra”, mientras que el diputado oficialista Eduardo Toniolli se refirió a JxC como “oposición pedorra”. El clima se caldeó aún más cuando Banfi gritó “chorros” a los oficialistas y Penacca le respondió: “Vos sos chorra”.
En medio de este escenario político enrarecido, queda la incertidumbre sobre si este tema sensible que afecta a unos ocho millones de inquilinos formará parte del temario de la próxima sesión, que se celebrará a pocos días de las elecciones presidenciales. La decisión final sobre la Ley de Alquileres está en manos de los diputados, pero la tensión y la polarización política parecen complicar su avance.